1. Duerme correctamente - Es imposible concentrarse, retener más memoria, sin un buen y reparador sueño. Nunca estudies hasta la madrugada, ya que puede llevar a que muchos recuerdos resulten difusos.
2. Divide y vencerás - Nadie puede asimilar grandes cantidades de datos, de fórmulas o fechas, sin dividir cada parte en horas diarias. Debemos cuantificar el estudio, buscar patrones comunes y concentrarnos en lo esencial.
3. Los sonidos del silencio - Mucha gente considera imposible estudiar sin un mínimo de silencio, ya que les distrae el ruido de otros. Es frecuente en las bibliotecas universitarias ya encontrar filas y filas de chicos con tapones.
4. Desconecta cada poco - Nadie puede estudiar más de una hora sin perder concentración. Debes cortar cada cierto tiempo, saliendo a dar un pequeño paseo para volver a la carga, con la mente mucho más clara.
5. Utiliza colores en el texto - El viejo truco que todo el mundo aprendió en EGB o ESO: separar los datos más importantes en pequeñas secciones para evitar el agobio y sobrellevar las memorizaciones. Quizá 500 palabras sobre Napoleón puedan parecer pesadas; no tanto 10 subrayadas con los datos más importantes.
6. Centrarse en un tema - Es importante concentrar la información de una temática y evitar mezclar asignaturas. O mezclar las que son comunes. Quizá Historia y Matemáticas no sean compatibles, pero Historia del Arte e Historia sí.
7. Probarse - Otro clásico de la infancia, muy propio de empollones, pero que servía sin duda como agudo baremo: realizar un examen previo. Sirve como prueba de concentración y demostración de que hemos aprendido todo.
8. Trabajo en grupo - La coordinación si es ordenada puede ser un verdadero bálsamo para el estudio: todos complementan las carencias de otros y evitan que caigas en el error. O algo peor que el error: la dispersión.
9. Preparación - No dejes nunca el examen para el día antes: una división de días es lo más sensato. Incluso una división de semanas. Preparar algo un mes antes es la mejor concentración.
10. El examen no es el final - Nunca debemos ver cualquier examen como el único futuro. Es otro elemento más de nuestra vida. Pensar sólo en él llevará a ponernos nerviosos y con ello hacer que todos estos consejos no sirvan para nada.